Salmona, Rogerio

París (Francia), 1929 – Bogotá (Colombia), 2007

Por Roberto Segre

La arquitectura colombiana de la segunda mitad del siglo XX se caracterizó por la aplicación sobria y contenida de los principios formales y espaciales del Movimiento Moderno, y por el uso de técnicas y materiales adaptados a los recursos locales. El ladrillo a la vista predominó en el tratamiento exterior de los edificios, cuyo cromatismo definió el paisaje urbano de Bogotá, Medellín y Cali. En el marco de una producción homogénea de alta calidad, sobresalió la personalidad de Salmona, líder de la vanguardia arquitectónica del país, como lo testimonian los reconocimientos a sus obras: el Premio Nacional de Arquitectura, en Colombia (1986, 1988 y 1990); el Premio América en el SAL, en São Paulo (1995); el Premio de la Fundación Príncipe Claus de Holanda (1998); el Premio de la II Bienal Iberoamericana de Arquitectura, México (2000); y la Medalla Alvar Aalto, en Finlandia (2003). Colaborador durante casi diez años del arquitecto francés Le Corbusier (1948-1957), la influencia del maestro se trasluce en el carácter libre, creativo, inédito y poético de su obra. Algunos de sus edificios constituyen paradigmas en la ciudad de Bogotá. El conjunto residencial Torres del Parque (1965-1970), promovido por el Banco Hipotecario Colombiano para residentes de clase media, está formado por tres altas torres de ladrillo de configuración diferenciada y curvilínea, que se adaptan al contexto establecido por la circular Plaza de Toros. Estas torres establecen una referencia estética e innovadora que contrasta con el anonimato de los edificios especulativos de departamentos. Sus principios “regionalistas” lo llevaron a cuestionar el cosmopolitismo de los estilos importados de los países desarrollados y a buscar los elementos de la tradición histórica –el agua, las líneas diagonales de las pirámides y las plataformas de la herencia precolombina en el patio interno y sombreado de la ciudad colonial– y la reinterpretación de los usos y costumbres de la cultura popular. La contemporaneidad de su obra reside en la importancia otorgada a la dinámica social de las funciones, que motivaron la creación de espacios fluidos y articulados, contenidos en las envolturas estáticas de las edificaciones. Esos conceptos son visibles en la Casa de los Huéspedes Ilustres (1978-1981), sede de verano del Presidente de la República en Cartagena de Indias; en el Museo Quimbaya, en Armenia (1983-86); en el Centro Cultural Eliécer Gaitán (1983); en el Archivo Nacional (1988-1992); en la Biblioteca Virgilio Barco (1999-2000) y en el edificio para los cursos de posgrado de la Facultad de Ciencias Humanas en el campus de la Universidad Nacional de Colombia (1998-2000), todos ellos en Bogotá.

El conjunto residencial Torres del Parque proyectado por Rogelio Salmona, en el centro de Bogotá, Colombia (Lauritape/Creative Commons)
El edificio de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá (Caplio R6/Wikimedia Commons)

 

Conteúdo atualizado em 21/05/2017 12:02