Panamá (Panamá), 1946
Por Fernando Antonio da Costa Vieira
Hijo de empresarios panameños que se radicaron en Honduras al final de la década de 1940, Ricardo Rodolfo Maduro actuó inicialmente en el sector privado como ejecutivo de las multinacionales establecidas en el país. Durante el gobierno de Rafael Callejas Romero (1990-1994) asumió la dirección del Banco Central hondureño, defendiendo medidas de perfil neoliberal. Su carrera política surgió en respuesta a un grave incidente familiar: su hijo, Ricardo Ernesto, fue secuestrado y encontrado muerto el 25 de abril de 1997. Ante el trágico hecho, Maduro profirió un fuerte discurso en favor del orden y del combate contra el bandolerismo en el país. Su discurso le valió una gran popularidad, en especial entre los sectores desfavorecidos, las principales víctimas de la criminalidad. Su elección estuvo signada por una gran controversia, dado que la constitución hondureña prohibía la elección de candidatos que no hubieran nacido en el país. Una comisión integrada por membros del Partido Nacional de Honduras (PNH) y el Partido Liberal de Honduras (PLH), patrocinada por el presidente Carlos Roberto Flores, afirmó el derecho a la candidatura de Ricardo Maduro, lo que fue corroborado por el Congreso hondureño en la sesión del 12 de marzo de 2001. En las elecciones del 25 de noviembre de 2001, Maduro obtuvo el 52,2% de los votos.
Como presidente, hasta 2006, intentó implementar un rígido plan de austeridad económica, con un fuerte control de los gastos públicos. Además puso en marcha una política de “tolerancia cero” contra el crimen, combatiendo a los pandilleros (maras) y controlando las fronteras para contener el tráfico de armas y drogas. Por otra parte, buscó estimular las inversiones de capital internacional en los sectores de las industrias maquiladoras y del turismo.
Conteúdo atualizado em 18/05/2017 15:17