YUYACHKANI
Grupo teatral
Por Vivian Martínez Tabares
Grupo de teatro independiente peruano fundado en 1971 por Miguel Rubio. Junto a Cuatrotablas es un referente fundamental de la escena de su país y líder del teatro de grupo, integrado por otros colectivos como Ensayo, Quinta Rueda, La Tarumba, Maguey, Umbral, Barricada, Waytay, Setiembre, Pataclaun, Los Tuquitos y Geniecillos Dominicales.
Yuyachkani nació de un desprendimiento de Yego Teatro Comprometido, integrado por jóvenes universitarios de clase media y orientado al público juvenil. Una parte del grupo, con expectativas más vinculadas a los problemas sociopolíticos, decidió dedicarse a estudiar la realidad nacional. Así, apareció Yuyachkani –en quechua “estoy pensando, estoy recordando”– que estrenó con Puño de cobre (1972), creación colectiva sobre una masacre en una zona minera.
Con sus primeros referentes, como Augusto Boal (creador del Teatro del Oprimido), el teatro documento, de Bertolt Brecht, y el teatro de agitación y propaganda, nació esa experiencia de creación artística, vocación popular y compromiso, que ha sabido incorporar nuevas fuentes y madurar un trabajo siempre articulado al proceso social y político de Perú.
Entre los principales montajes de su trayectoria están: La madre (1974), de Brecht; Allpa Rayku, Por la tierra (1978), creación colectiva sobre las luchas por la tierra –en el contexto de la democracia y de la reforma agraria–, que incorpora una profunda meditación ligada a elementos culturales andinos; Los músicos ambulantes (1983), de enorme éxito y viva más de veinte años después, versión libre de Los músicos de Bremen, de los Hermanos Grimm y de Los saltimbanquis, de Chico Buarque; Pishtaco (1988) –ese año inauguraron su sala en Magdalena del Mar–; Hasta cuándo corazón (1994), revisión de estrategias políticas y culturales de cara al discurso neoliberal y el terror enmascarado; Antígona (2000), versión unipersonal con texto de José Watanabe. Sus estrenos más recientes, Hecho en el Perú. Vitrinas para un museo de la memoria (2001) y Sin título, técnica mixta (2004) exploran con la “instalación” otros modos de entender la presencia y de dialogar con la compleja realidad.
Su permanencia y fecundidad hablan de la vitalidad del grupo, de su capacidad permanente para la autocrítica y su habilidad organizativa, que combina proyectos grupales y espacio para la expresión individual diferenciada de sus miembros.
En el interior, desde la evidencia artesanal del teatro, operan mecanismos como la creación colectiva, la dramaturgia del actor –que aprovecha de modo propio el legado antropológico, la “acumulación sensible” con una vasta gama de contenidos corporales y la interpretación musical–, y la investigación y la recuperación de la fiesta popular andina.
Recibieron el Premio Ollantay del Celcit en 1984, en la categoría de búsquedas y nuevos aportes, el Premio Nacional de Derechos Humanos 1999, en Perú. La Casa de las Américas les confirió en 2001 el Premio El Gallo de La Habana.
Conteúdo atualizado em 17/05/2017 19:30