Ciudad de México (México), 1917 – 2000
Valerio Césio
Bailarina y coreógrafa mexicana, Amalia Hernández se inició en la danza a los ocho años, cuando comenzó a tomar clases particulares con el maestro Hipólito Sybine (primer bailarín del Ballet de Anna Pavlova) y con la profesora Nelsy Dambré (integrante del Ballet de la Ópera de París) en su propia casa. Estudió más tarde con la bailarina española Encarnación López (“La Argentinita”) y completó su formación con las hermanas Campobello, Miguel Covarrubias y el director teatral Seki Sano.
Integró la Academia de Danza Mexicana (creada en 1947) en calidad de bailarina, profesora y coreógrafa. Para entonces ya había creado las coreografías Sonatas y Sinfonía india, con música de Carlos Chávez, y había participado en el Ballet Moderno de Waldeen, con una destacada actuación como bailarina en la obra La coronela, en 1940.
Las danzas de las diferentes regiones de México se convirtieron en su pasión. En 1952 formó su propia compañía, el Ballet Moderno de México, que debutó con ocho bailarines y en poco tiempo pasó a veinte, gracias al éxito del programa televisivo Función de Gala, del que participó en 67 ediciones semanales seguidas y donde estrenó un vasto repertorio.
En 1958 llevó su trabajo a Cuba, Canadá y los Estados Unidos, y al año siguiente a los Juegos Panamericanos de Chicago. En esa ocasión, su compañía –integrada por cincuenta personas– pasó a llamarse Ballet Folclórico de México y obtuvo un notable éxito con las coreografías Los hijos del Sol, Sones antiguos de Michoacán, El cupidito, Fiesta veracruzana, Los quetzales, La danza del venado y Navidad en Jalisco.
Como consecuencia del éxito alcanzado, el Ballet fue invitado a presentarse con funciones semanales en el Palacio de Bellas Artes a partir del 11 de octubre de 1959. Desde esa época y hasta el final del siglo XX, el Ballet Folclórico de Amalia Hernández (que llegó a ser conocido también como Ballet Folclórico de Bellas Artes) se presentó ininterrumpidamente tres veces por semana.
En 1961, el grupo recibió el primer premio del Festival de Teatro de las Naciones en París y realizó, en los años subsiguientes, extensas giras por América, Europa, África, Asia y Oceanía.
Entre los más de doscientos premios y reconocimientos que el Ballet recibió se destacan la Medalla de la Paz (1963, Canadá) y la Orden de las Artes y Letras (1964, Francia). En 1993, Amalia Hernández ingresó en el Sistema Nacional de Creadores de Arte de México, como creadora emérita.
Conteúdo atualizado em 30/03/2017 16:36